Desde hace algunos años muchos productores han dejado de estar tras bambalinas para ponerse frente a los reflectores, tal es el caso de Mark Ronson o Pharrel Williams. Y también al revés, cantantes e intérpretes que han decido estar detrás del escenario y ser productores no sólo de sus álbumes, sino de otros músicos como Julian Casablancas para Rey Pila, Gustavo Ceratti para Shakira, y Brian Eno, ex integrante de Roxy Music, para U2, Coldplay y Depeche Mode, entre otros.
Y es que tanto la personalidad como la experiencia del productor quedan impregnadas en cada producción y su papel hace la diferencia para que un disco tenga una propuesta innovadora y permanezca en los primeros lugares de los charts de popularidad o pase completamente desapercibido.
Gracias a su experiencia en la industria y conocimientos técnicos de grabación, interpretación, composición y administración, el productor puede también desempeñarse como músico o compositor durante la producción de un material musical. Su intervención es fundamental para sacar lo mejor de los músicos, tanto en términos artísticos como para alcanzar el sonido deseado.
Para lograr un material exitoso el productor debe ser creativo, paciente, selectivo y dedicado porque su trabajo empieza mucho antes de entrar al estudio: debe planear y administrar el presupuesto del proyecto para que puedan llevarse a cabo las 3 etapas de una producción musical:
- Pre-Producción o Planeación: En esta etapa el productor determinará el tipo de sonido y estética deseada, seleccionará los temas que se grabarán y creará un boceto o maqueta con los arreglos e instrumentos que formarán parte para que sirva de guía.
- Grabación: Gracias a sus conocimientos técnicos y artísticos, el productor musical guiará a los músicos y a todos los involucrados para registrar la base o estructura de los instrumentos, voces, samples y sonidos que compondrán las canciones.
- Post-Producción: En esta etapa supervisará la comprensión de todos los tracks grabados de los instrumentos, samples y voces para asignarles efectos y acentuaciones para alcanzar el equilibrio y sonido deseado mediante dos procesos imprescindibles: mezcla, en la cual se ajustan los efectos y el volumen de los instrumentos y sonidos en cada una de las pistas; y masterización, el último retoque para ajustar los niveles y optimizar tanto la armonía como la ecualización para la reproducción de todos los elementos sonoros.
Los productores son los encargados de definir el estilo o concepto creativo del material tomando en cuenta las tendencias y su experiencia en la industria, las peticiones del artista y las preferencias del consumidor. Pero eso no es todo, apoyan a los artistas a encontrarse a sí mismos y a reinventarse, a identificar sus fortalezas y limitaciones para lograr que el trabajo en equipo fluya y pueda conseguir el sonido deseado del álbum o la canción.
Estas son algunas de las principales razones por las que la Licenciatura en Producción Musical se ha convertido en una de las carreras con más oportunidades, si a ti te gusta tener el control de cada detalle de la música, desde la composición hasta su realización, esta es una gran oportunidad para desarrollar tus habilidades y competencias.
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