En esta sección, a la que llamó Spotlight (algo así como “en el foco”), te voy a contar un poco acerca de artistas que, de una u otra forma, han dejado su marca en la historia de la música. El día de hoy te hablaré de alguien que no deja de sorprenderme con su creatividad y dedicación desde el día en que me enteré de su existencia.
Paisajes emocionales
En medio del Océano Atlántico, muy al norte, se encuentra Islandia, un pequeño país europeo con una extraordinaria e incomparable belleza natural, el agua más limpia del mundo, el doble de ovejas que de personas; y por si fuera poco, es cuna de una de las artistas más interesantes de las últimas cuatro décadas: Björk.
Rodeada de uno de los paisajes más majestuosos sobre la Tierra, con cientos de volcanes y géiseres, vastos terrenos blancos, verdes y negros, nació Björk Guðmundsdóttir un 21 de noviembre de 1965 en Reikiavik, capital de Islandia; tierra que ha sido una enorme fuente de inspiración para esta talentosa cantante, compositora, productora y actriz.
Inicios
Desde muy temprana edad, Björk (pronunciado ‘byerk’) comenzó a incursionar en el mundo de la música. A los seis años ingresó en la Barnamúsíkskóli, escuela donde aprendió piano clásico y flauta. Años después, la grabaron mientras cantaba la canción de Tina Charles, “I Love to Love” en un recital de la escuela, y esta grabación fue enviada por sus maestros a la radio nacional; lo que posteriormente le consiguió un contrato de grabación cuando tenía apenas 11 años. El álbum resultante, titulado simplemente “Björk”, no es considerado en la discografía oficial de la artista por varias razones, principalmente por su poco éxito y malas críticas, ya que se compone de varios covers traducidos al islandés, entre otras canciones que no reflejan ni hacen justicia al trabajo que llegaría a lograr en el futuro.
Durante su adolescencia, Björk fue parte de varias bandas de distintos géneros musicales, más notablemente Kukl, que luego se transformaría en The Sugarcubes, la cual ha sido una de las más grandes bandas de rock alternativo en la historia de Islandia. Crearon tres álbumes de estudio, de los cuales el más aclamado fue el primero, titulado Life's Too Good. A pesar del éxito que estaba teniendo con The Sugarcubes, Björk decidió perseguir una carrera como solista, por lo que el grupo se desintegró a finales de 1992.
Debut
Aquí es cuando nace la leyenda que conocemos como Björk. En 1993 se mudó a Londres para trabajar en su propio proyecto, con ayuda del productor Nellee Hooper; de esta colaboración surgió su primer éxito internacional, Human Behaviour.
Björk decidió llamar a su álbum Debut, para representar un nuevo inicio para ella. Este fue lanzado en junio de ese año, y recibió críticas mayormente positivas, llegando incluso a ser nombrado Álbum del Año por NME. Las canciones de Debut tienen un sonido dance y pop electrónico, con una variedad de instrumentos utilizados para crear algo totalmente diferente a lo que había estado haciendo hasta el momento con sus bandas en Islandia.
Foto de Björk en el video musical de Venus as a Boy, 1993
Dos años después, en 1995, Björk lanzó su segundo álbum de estudio, Post, con el cual continuó por el camino del dance, techno, trip-hop y electrónica, sin temor a usar instrumentos y métodos poco convencionales con tal de conseguir lo sonidos que buscaba para lograr lo que tenía en mente. Canciones como Army of Me, Hyper-ballad, Possibly Maybe e Isobel, pasaron a la historia como algunas de las esenciales de Björk.
Una estrella como ninguna
Con cada etapa, Björk le da vida a algo nuevo, revela perspectivas distintas e ideas que se convierten en obras únicas. Por ejemplo, en Homogenic, su tercer álbum que salió a la venta en 1997, se puede apreciar un cambio en el estilo de su música, que incorpora sonidos de instrumentos de cuerda además de los electrónicos. El conjunto de canciones evoca grandeza y una devoción indudable a su natal Islandia, con himnos a la naturaleza, que a la vez se combinan con letras sobre el amor y las relaciones fallidas; como en el caso de Jóga, una bellísima canción con gran impacto.
Sus álbumes subsecuentes se titulan: Vespertine, Medúlla, Volta, Biophilia, Vulnicura, y el más reciente, Utopia. Si bien algunos han sido más aclamados que otros, todos ellos reflejan una faceta distinta de Björk, y en ningún momento pierden su esencia.
Más que una cantante
La trayectoria de Björk no es rápida de contar, ya que está llena de acontecimientos y logros por su manera tan particular de crear y vivir el arte; y puedo decir sin temor a equivocarme, que ella es una artista con talentos que van más allá de la música. Björk crea proyectos en los que lo visual y lo musical se entrelazan; prueba de ello está en sus videos musicales, y en las estéticas que usa para sus álbumes y conciertos. Con diseños de producción y de vestuario que transitan entre lo natural, lo tecnológico, e incluso lo extraterrestre, crea experiencias audiovisuales que no se comparan con nada.
Björk en 2016, por Santiago Felipe
Por si fuera poco, Björk ha trabajado en producciones cinematográficas tanto en bandas sonoras como frente a las cámaras. En 1986 participó en la película independiente “The Juniper Tree”, de la directora estadounidense, Nietzchka Keene, interpretando el papel principal. Así también, en el año 2000, protagonizó la cinta de Lars Von Trier, “Dancer in the Dark”, por la cuál recibió el premio a mejor actriz en el Festival de Cine de Cannes.
Sin miedo a la autenticidad
El estilo de Björk no es algo sencillo de definir o limitar, ya que evidentemente es una persona con múltiples matices, pero se podría decir que en todo su trabajo artístico, si hay algo que la caracteriza, es su pasión por hacer que las cosas tengan un inconfundible toque personal; atreviéndose a ir a donde otros no; buscando caminos para llegar hacia donde quiere, y utilizando los medios que sean necesarios para realizar su visión.
Por supuesto, también cabe mencionar que su estilo de interpretación vocal es algo que la hace inconfundible, pues se nota una pasión explosiva y cruda cuando canta, lo que hace que sus mensajes brillen aún más. Su voz de soprano, a veces dulce y a veces llena de drama, fácilmente puede seducir a quien la escucha.
Sin duda, el nombre de Björk estará presente en la música por muchas generaciones más, y será recordada como una artista multi talentosa y ecléctica que nos ha brindado obras fascinantes y cautivadoras.
Björk en concierto en México en el Auditorio Nacional, 2017. Foto por Santiago Felipe.