Uno de los paradigmas más importantes que giran en torno a la profesión musical es que, si no provienes de una familia de músicos o de personas que estén dentro del medio del entretenimiento, va a ser muy difícil para ti abrirte camino y tener éxito como profesionista en la música. Por eso, en este artículo te daremos algunos consejos y te mostraremos un par de casos de éxito de personas que salieron adelante sin venir de familia de músicos; para que, si tienes la inquietud y las ganas de dedicarte a la música, sepas cómo puedes hacerlo aunque nadie en tu familia lo haya hecho antes.
Punto número uno: paciencia y perseverancia
Sea cual sea tu escenario, esta profesión requiere, más que otra cosa, de muchísima paciencia, independientemente de si vienes de familia de músicos o no, o si alguien en tu familia es famoso o tiene los medios y contactos para impulsarte, o estás por tu propia cuenta o prácticamente empezando de cero. Bien dicen por ahí que esta es una carrera de persistencia y no de velocidad. Así que, lo primero que tienes que tomar en cuenta es que tu éxito y realización no se van a dar de la noche a la mañana. Y aunque esto ocurre en todas las profesiones, siendo la música algo tan etéreo, a veces es difícil medir el progreso y te puedes perder en el camino.
Es importante que tengas bien claras tus metas; que sean específicas, medibles, alcanzables, realistas y con un plazo de tiempo específico. De esta manera, será más fácil para ti ir midiendo tu avance y evitar la frustración. Si no llegas a alcanzar una meta en el plazo que habías definido, no te preocupes, siempre puedes replantearla. Lo importante es que te mantengas avanzando.
Punto número dos: no te compares con otros, cada quien tiene sus tiempos
A veces es muy fácil caer en el error de compararte con otras personas en cuestión de tiempos. “Es que tal o cual artista, a mi edad, ya llenaba auditorios y tenía x nominaciones en los Latin Grammys”, “es que siento que ya pasó mi momento”, “tal vez debí de haber empezado mucho más joven”, etc. Estos son algunos pensamientos que pueden traicionarte y ser contraproducentes para ti. Sí está muy bien tomar de ejemplo algunos casos de éxito y, sobre todo, adoptar conductas, hábitos y patrones de pensamiento de otras personas que tienen los resultados que tú quieres. Lo que no está bien y que puede ser muy dañino para ti, es compararte con sus tiempos. El tiempo es bastante relativo y, si te fijas en diferentes casos de éxito, muchos llegaron después de décadas, incluso dedicándose a otra cosa previamente.
Un ejemplo claro de esto es el de Berry Gordy, fundador de la famosa compañía discográfica Motown Records, la cual fue cuna de grandes artistas que trascendieron en la historia de la música, tales como Smokey Robinson, The Supremes, Marvin Gaye, The Temptations, Jimmy Ruffin, The Four Tops, Gladys Knight & the Pips, The Commodores, The Velvelettes, Martha and the Vandellas, Stevie Wonder, The Jackson 5, entre otros.
Berry Gordy nació en una familia de bajos recursos en el estado de Georgia, en Estados Unidos. Fue el séptimo hijo de una familia de ocho hermanos. Su padre trabajaba como contratista de pintura y enyesado y su mamá trabajaba en una inmobiliaria.
A los 24 años (en 1953) abrió su primer negocio: una tienda de discos de jazz; la cual quebró a los dos años. Debido a esto, se vio en la necesidad de buscar un trabajo que le diera un ingreso más estable y fue así que entró a trabajar a la compañía automotriz, Ford, en el área de ensamblado.
Sin embargo, no dejó de insistir en su pasión por la música y se mantuvo enviando demos a diferentes concursos. En 1957, dos años después de haber dejado su negocio de discos y entrado a trabajar a Ford, Jackie Wilson grabó Reet Petite, una canción que Gordy escribió junto a dos de sus hermanos.
Así fue como se introdujo en el negocio de la música y comenzó a trabajar junto con The Miracles. Dos años después, nuevamente con el apoyo financiero de su familia (800 dólares), fundó Tamla Records, que luego de tres años fusionó con su segundo proyecto, Motown, conservando este último nombre, que viene de la contracción de las palabras Motor-Town, pueblo de motores.
El resto, es historia. Puedes conocer un poco más sobre la historia de Berry Gordy y Motown Records aquí: https://elpais.com/cultura/2019/02/03/actualidad/1549217471_560434.html
Como puedes ver, no fue fácil para Berry Gordy encontrar su camino en la música y fue casi hasta sus 30 años de edad que finalmente pudo hacer un segundo intento de fundar una empresa musical y que pudiera prosperar. En el camino tuvo varios fracasos e, incluso, tuvo un empleo que no tenía nada que ver con la música. Pudo haberse dado por vencido cuando su tienda fracasó y pudo haber dejado de intentarlo, sabiendo que muchas otras personas a su edad estaban teniendo éxito, pero su perseverancia permitió que eventualmente las cosas se dieran para él.
Punto número tres: aprovecha las oportunidades
La razón por la que muchas personas hoy en día siguen creyendo que para poder tener una carrera exitosa en la música necesitas que alguien que ya esté adentro te “jale”, es porque antes funcionaba un poco de esa manera. Sin embargo, hoy en día existen muchísimas plataformas que pueden ayudarte a abrir tu camino poco a poco por tu cuenta. Dentro de estas plataformas se encuentran, por ejemplo: concursos, convocatorias, becas, apoyos y escuelas. Si tienes la suficiente tenacidad, podrás ir encontrando y aprovechando estas oportunidades. Las escuelas son una de las mejores plataformas que existen; en ellas, no solamente vas a adquirir conocimientos y habilidades que te ayudarán a ser la mejor versión de ti mismo, musical y profesionalmente hablando, sino también, a través de sus redes de contactos, te ayudarán a conectarte al medio y a que otras personas puedan verte y conocer tu talento. Por supuesto, si mezclas varias de estas oportunidades, tendrás muchas más posibilidades de destacar y de abrirte camino.
Un caso como este es el de Mon Laferte. A pesar de que se crió con su abuela materna, su madre y su hermana menor, quienes no se dedicaban a la música, comenzó su carrera a una edad temprana. A los 9 años participó en un festival de su escuela en el que ganó el primer lugar y, como premio, le regalaron una guitarra, con la cual sintió la necesidad de componer sus primeras canciones. Después, a los 13 años ganó una beca para estudiar música en el conservatorio de Viña del Mar, en Chile, por un año y medio. Sin embargo, en lugar de entrar al conservatorio, eligió irse por otro camino, cantando en bares, fiestas y todo tipo de eventos en Chile.
Después de ganar cierto reconocimiento, cantando en aquellos lugares de su región, buscó aumentar su popularidad y, en 2003, entró como participante en la segunda edición del programa caza talentos “Rojo Fama Contrafama”. Mon logró el tercer lugar entre los 12 cantantes clasificados que competían. Gracias a esto, pudo lanzar su primer álbum bajo el nombre de “La Chica de Rojo”, el cual, con tan solo un mes de estrenado, logró ser uno de los discos más vendidos en su país, convirtiéndose en disco de platino y disco de oro.
Otro claro ejemplo es el de Andrea Bocelli. Nacido el 22 de septiembre de 1958, hijo de Edi Aringhieri y Alessandro Bocelli, se crió en la granja familiar, entre los viñedos y olivares de su Toscana natal. Desde muy joven padeció glaucoma congénito y a causa de esto, sumado a un golpe que se dio en la cabeza mientras jugaba fútbol, perdió la vista cuando tenía 12 años. Sin embargo, esto no lo detuvo. Siguió adelante con su vida y estudió Derecho en la Universidad de Pisa mientras cantaba en piano-bares y clubes nocturnos para financiar su educación. Después de obtener su título, ejerció la abogacía como abogado designado por el estado durante un año, antes de decidirse a buscar su carrera musical y estudiar canto con el tenor Franco Corelli.
En 1992, Zucchero, la estrella de rock italiano, realizó audiciones con tenores para interpretar la cinta de demostración de la canción que compuso junto a Bono de U2 “Miserere”, para convencer a Pavarotti de hacer un dueto con él. Andrea fue elegido para llevar a cabo esta misión. Cuando Pavarotti escuchó la cinta, quedó impresionado. Así fue que decidió grabar “Miserere” con Zucchero, alcanzando un éxito espectacular. Cuando Zucchero emprendió su gira por europa, invitó a Andrea a interpretar esta canción con él. Para este año, Bocelli tenía 34 años.
Su fama aumentó cuando fue invitado para una intervención en el concierto benéfico anual de gala de Pavarotti, que une a la música clásica con la popular, por lo que Bocelli no solo cantó a dueto con Pavarotti, sino que también con grandes estrellas de la música popular como Bryan Adams.
En 1993, firmó un contrato con Insieme/Sugar, un sello que representaba a famosos artistas italianos. Más tarde, Andrea salió victorioso en el “Festival de San Remo” con las más altas puntuaciones alcanzadas hasta entonces en la categoría de artista nuevo. En 1994, nuevamente ganó el primer premio del festival repitiendo las más altas puntuaciones.
En 1998, a sus 41 años, pudo realizar finalmente uno de sus más grandes sueños, siendo protagonista de “La Boheme” de Puccini, en Cagliari, Italia. El mismo año, publicó su álbum “Aria”, un disco dedicado por completo a la música que le apasionaba: la ópera. Su éxito se tradujo en una nominación a los premios Grammy.
Bocelli es un ejemplo de que no importa cuántos años te tardes o, incluso, si estudias una carrera diferente a la música y después decides cambiar de opinión. Como puedes ver, realmente es irrelevante si vienes o no de una familia de músicos o de gente con trayectoria en el medio musical y del entretenimiento. Lo único que importa es la avidez que tengas para buscar, encontrar y aprovechar las oportunidades que están allá afuera, que seas consciente de tu talento y que nunca te des por vencido. Aunque a veces la vida te lleve por otros caminos o incluso sientas que te has frenado un poco, nunca dejes de intentarlo. Sigue enviando tus demos a convocatorias y concursos y sigue formándote y preparándote. Eventualmente las cosas se darán para ti.