El COVID-19 ha cambiado el mundo desde todas las perspectivas posibles, ha afectado todo lo que conocíamos y nos ha obligado a adaptarnos a un nuevo mundo, todos los campos de la humanidad se han modificado tratando de sobrevivir ante la incertidumbre, entre todos ellos, sin duda, la industria musical. Analizaré desde la perspectiva personal el impacto de la pandemia sobre los conciertos o presentaciones en vivo, los cambios y adaptaciones a los que se ha enfrentado en los últimos meses y trataré de proyectar el futuro en vivo a raíz de estos cambios
Analizar las adaptaciones de las presentaciones en vivo durante la pandemia, ayudará a tener una mejor apreciación de los esfuerzos hechos en la industria para mantenerse vigente y los cambios que permanecerán por más tiempo para asimilarlo y formar parte de esta nueva realidad de una manera más eficiente.
La incertidumbre de la cancelación de todos los eventos y sus consecuencias en la industria.
Con el cambio en la forma de consumo de la música gracias al surgimiento de la era digital, la industria comenzó a dejar de apostar todo a la venta de discos y los conciertos comenzaron a tener un gran peso en la constitución económica de la música como negocio, “solo en México en 2019 los ingresos totales de la música en vivo fueron de 225 millones de dólares” (Sánchez, 2020,s.p.), sin embargo esta actividad, debido al COVID -19, se vio suspendida por completo de un momento a otro.
Una de las principales y primeras medidas de prevención emitidas por la OMS ante la propagación del virus fue el distanciamiento social, hoy estamos muy familiarizados con el término, sin embargo en un inicio no fue tan comprensible. Los primeros eventos en suspenderse fueron los festivales, sin embargo, en México, del 14 al 16 de marzo se llevó a cabo el Vive Latino, la ejecución de dicho evento fue juzgado por todo el mundo al tener una concentración masiva de personas sin medidas de seguridad satisfactorias justo cuando empezaba la propagación en nuestro país, fue el último evento masivo en 2020 y a partir de entonces se anunció la suspensión no solo de festivales, sino de conciertos y cualquier tipo de presentación que motivara la reunión de grupos numerosos de personas.
Esto ha significado grandes pérdidas, más del 80% de los eventos programados en México para Marzo, Abril, Mayo y Junio tuvieron que ofrecer reembolsos. En el primer trimestre del año CIE Entretenimiento reportó una caída del 6% de sus ingresos y Ocesa, empresa conocida en México como número 1 en gestión de eventos ha estado enfrentando constantemente la probabilidad de que varios de sus socios vendan sus acciones (Sánchez, 2020,s.p.), todo esto sin dejar a un lado a los miles de artistas, ingenieros, fotógrafos, inmuebles, promotoras, etc., que quedaron privados completamente de su fuente de trabajo.
La respuesta ante la imposibilidad de dar un show físico.
Vivimos días en los que los artistas hacen muchas cosas dentro de sus carreras y diversifican sus fuentes de ingresos, por ejemplo, podemos comprar mercancía oficial de nuestros artistas favoritos pero esto no es suficiente para sustituir los ingresos que pueden provenir de una gran venta de boletos, muchos optaron por encerrarse (literalmente) en un estudio a grabar o crear, sin embargo, tanto el público como los artistas necesitan conectar entre sí y ante esa necesidad comenzaron a incrementar las transmisiones en vivo, a veces solo para mostrar lo que estaban haciendo o, como Chris Martin o John Legend, que acompañados de un hashtag reactivaron la interacción.
Pasó realmente muy poco tiempo entre la suspensión de los eventos y el surgimiento y auge de los conciertos en línea, las diversas plataformas sociales habían sido utilizadas anteriormente con este fin y ya habían existido eventos de este tipo pero nunca fueron tan útiles como ahora ni tan atractivos para las personas como para darles importancia cobrando más popularidad durante la pandemia de la que podríamos haber esperado.
Poco a poco se han ido perfeccionando este tipo de eventos, por ejemplo, ahora es mucho más común la venta de boletos, las plataformas de streaming son más recurridas que las plataformas de redes sociales, la calidad de la transmisión es mejor, puede haber más gente conectada sin tirar los servidores, etc. Y eso poco a poco ha ido llenando a los espectadores el “vacío” que dejaron las cancelaciones de eventos.
Sin saberlo, el mundo ya estaba preparado para hacer todo en línea.
La pandemia por coronavirus tuvo un salvador, la tecnología. ¿Qué hubiera sido del mundo sin internet durante esta pandemia? Seguramente se hubiera resuelto de alguna manera, sin embargo hoy por hoy muchos podemos seguir trabajando, estudiando y haciendo cosas básicas de la vida diaria gracias a millones de sitios web y apps que nos brindaron las herramientas necesarias, el área del entretenimiento no fue la excepción.
Tenemos años utilizando redes sociales con dos intenciones, negocio y ocio. Afortunadamente se empezaron a explorar las posibilidades, las plataformas que ya se habían utilizado anteriormente para la transmisión en vivo o no, de conciertos y presentaciones, nos dieron la oportunidad de reactivar esta rama tan importante de la industria musical, de mejorarla y de fortalecerla al punto que llegó para quedarse.
La experiencia de presenciar un evento online.
Ante la necesidad de diversificar las actividades que se pueden realizar durante el aislamiento y ante la añoranza de los conciertos la gente empezó a tener mejor aceptación de los eventos online, considero que bajo otras circunstancias nos habríamos tardado mucho más tiempo en darle una oportunidad a este tipo de entretenimiento, desde mi punto de vista, el momento crucial es cuando se decide pagar por el acceso a un evento online, desde ese momento ya tienes una expectativa distinta, parecida a la experiencia en vivo, esperas cierto estándar de calidad porque esperas que retribuya el tiempo y el dinero invertido, sin embargo tiene pros y contras:
Pros: La comodidad de tu hogar, el consumo de alimentos y bebidas es mucho más económico, un solo “ticket de entrada” permite que un gran número de personas disfruten el evento siempre y cuando estén en el mismo sitio. Privacidad, seguridad y tranquilidad ante la pandemia.
Contras: Gran parte de la calidad de la experiencia depende de tu servicio de internet y de los dispositivos con los que cuentes para visualizar el evento. Otra parte depende de que el proveedor de streaming tenga capacidad para transmitir con gran calidad a muchas personas, se pierde la experiencia tradicional de un concierto para aquellos que tienen un punto de comparación y que disfrutaban de dicha experiencia ya que todo se convierte en unidireccional y no hay comunicación entre el público y el artista y por último también consideraría factores externos como mal clima o alguna falla eléctrica.
¿Es rentable un evento online?
En un inicio los eventos fueron gratuitos, porque se hicieron como forma de apoyo ante la situación por la que el mundo estaba atravesando o como respuesta a una necesidad de interacción, sin embargo, al no recuperarse rápidamente la normalidad, se empezó a considerar como opción para la reactivación de la industria en una mucho menor escala y dando empleo a pocas personas, los precios extremadamente accesibles brindaron la posibilidad de acercarse a la gente. Ahora los eventos en línea son una realidad con más forma y con un alcance mucho mayor, definitivamente la experiencia no es la misma pero te sigue brindando la exclusividad de presenciar un show por el que se realizó un pago, compartido con un cierto número de personas y que solo podrá ser presenciado una vez, la diferencia es que ahora estas personas no tendrán que estar concentradas en un mismo lugar, una misma ciudad, e incluso, ni siquiera en un mismo país.
En México, por ejemplo, hay empresas ya dedicadas por completo a eventos online entre ellas: Reactivación del Entretenimiento y la Música en México (REMM), Sala Estelar, EConcerts, ETicket y Stream Time, con proyectos que tienen costos entre los $50 y $500 (Roldán, 2020, s.p.), igual que un concierto tradicional, las ganancias irán también en función de la venta de boletos y los pagos que debas hacer, la inversión de recursos es proporcional a la calidad de evento que quieras transmitir (tal y como en el formato tradicional). Sin embargo, al no tratarse de la misma experiencia no muchos están dispuestos a invertir demasiado en obtener una entrada. Por el momento, aún no podemos considerarlo “rentable” pero estamos atravesando un proceso de adaptación y de vislumbrar oportunidades, grandes marcas están interesándose en incursionar en este tipo de eventos como patrocinadores, implementando nuevas tecnologías que incrementen la calidad de la experiencia y que hagan que el público desee formar parte de ella. Además tendremos la posibilidad de elegir de qué forma queremos presenciar el show, en vivo o desde casa ya que la modalidad híbrida es también una realidad cercana en este ámbito.
Ahora nos queda argumentar a la innovación, a hacer estos eventos atractivos a través de la implementación de diferentes herramientas tecnológicas que nos den ese plus y el voto de confianza que haga invertir al público, lentes 3D, Audio 360, realidad virtual, realidad aumentada, convenios con marcas, restaurantes, etc,. es toda una oportunidad de crear un nuevo negocio.
Transición hacia eventos presenciales de nuevo.
Los países con menores índices de contagio han sido los primeros en levantar algunas restricciones para que las personas recuperen poco a poco la normalidad, en algunos países como España se llevaron a cabo eventos presenciales con medidas de seguridad extremas como distancia de dos metros entre cada uno de los asistentes, según Mariño (2020), si el lugar es completamente cerrado no puede haber más de 30 personas (en fase 1 y sin servicio de bar) o 50 personas en fase 2, cubrebocas todo el tiempo, procesos de sanitización a la entrada, etc. Por el momento podrían parecer las medidas comunes que estamos viendo en todos lados, pero sin duda es uno de los rubros donde más se resiente la diferencia y el cambio es brusco.
En nuestro país aún no estamos enfrentando esta fase, pero sin duda llegará y nos tendremos que adaptar a todas estas medidas si deseamos ser espectadores, ejecutantes u organizadores de eventos en vivo. Por otra parte, los eventos masivos como festivales que estaban en la cima de los conciertos, están lejos de volver, al menos de la forma en la que los conocíamos y en el tiempo que dure la planeación y reorganización será el tiempo que tardemos en volver a ellos.
¿Qué se queda de lo surgido durante la pandemia, qué cambia y qué desaparece?
Nos quedamos con todos los avances tecnológicos y con el desarrollo de nuevas tecnologías orientadas específicamente a los eventos, una mente más abierta a los eventos online, las costumbres de sana convivencia (uso de cubrebocas, aforo reducido, distancia), conciertos híbridos, los autoconciertos (al viejo estilo de los autocinemas) y posiblemente las suscripciones tipo Netflix para acceder a cierto “paquete” de transmisiones en vivo de tu artista favorito.
Cambia la forma en la que experimentaremos los conciertos presenciales, incrementará la importancia que le damos a los eventos en línea y puede que en más de una ocasión sea la mejor opción para el espectador, muy probablemente la venta de boletos también se traslade a procesos 100% digitales para evitar el contacto y el papel.
Desaparecerá por completo la experiencia de los conciertos masivos, al menos por un tiempo y la concepción tradicional del negocio de los conciertos.
Conclusión
La tecnología ha facilitado que muchas cosas sigan ocurriendo y los conciertos, desde todas las perspectivas, no son la excepción: gracias a ella muchas personas han seguido creando, colaborando, ejecutando, etc. Esto desde la perspectiva tanto de la industria, como del espectador ha sido punto fundamental para sobrellevar los tiempos complicados por los que pasamos, estamos en un proceso de aprendizaje global, encontrando la manera de que todo suceda, pero ahora bajo distintos términos y poco a poco lo estamos logrando.
Referencias
Mariño, Mirentxu. (2020) El público vuelve a los conciertos en España. Recuperado de https://www.20minutos.es/noticia/4272479/0/conciertos-con-publico-los-punsetes-streaming-de-pago/?autoref=true
Ochoa, Andrea. (2020) ¿Cómo serán los conciertos después del COVID?. Recuperado de https://www.admagazine.com/estilo-de-vida/como-seran-los-conciertos-despues-del-covid-20200622-7011-articulos.html
Roldán, Itzel. (2020) ¿Renovarse o morir? Conciertos streaming ya son una realidad. Recuperado de https://vanguardia.com.mx/articulo/renovarse-o-morir-conciertos-en-streaming-ya-son-una-realidad
Sánchez, Sheila. (2020) Así será la reinvención de los conciertos en vivo en México, tras el coronavirus. Recuperado de https://www.forbes.com.mx/asi-sera-la-reinvencion-de-los-conciertos-en-vivo-tras-el-coronavirus.