Puede que este sea el artículo más difícil que escribo hasta ahora, y no porque sea un tema sumamente complicado, sino porque gran parte de las cosas que voy a mencionar, aún no logro seguirlas al pie de la letra, y otras que jamás he podido implementar, aunque sepa que existen.
Antes que nada, algo que debemos entender es que la salud es primordial; en pocas palabras, sin salud, no hay música. No existe forma de estar en nuestra entera capacidad creativa sin una buena salud; aunque desafortunadamente, esto es algo que muchas veces olvidamos cuando somos músicos, pero la realidad es que es necesario priorizar nuestro estado de salud para que nuestra mente juegue a nuestro favor a la hora de crear música.
Este artículo va a incluir 3 tips prácticos, en los que voy a relacionar la salud con estados musicales mentales, así como también proporcionaré un par de soluciones a explorar para superar situaciones que se nos presenten en el día a día.
Es muy importante que podamos comer a nuestras horas, mantenernos hidratados y tratar de dormir 8 horas al día. Siendo sincero, solo cumplo con mantenerme hidratado, y es que a lo largo de los años, he notado que a muchos nos es difícil implementar un estilo de vida saludable.
Para normalizar estos hábitos, es necesario dejar de obsesionarnos con la perfección, pues muchas veces las sesiones de producción se vuelven interminables porque intentamos lograr que todo quede en orden; nos enfocamos en agregar muchos elementos y cada vez pensamos más en la música que en nosotros mismos.
Me ha funcionado mucho colocar un cronómetro: trato de proponerme metas antes de activarlo y me siento obligado a cumplirlas. Al terminar mi tiempo cronometrado, me tomo un espacio para descansar y distraer mi mente con otras actividades como el ejercicio y la meditación.
La música es un estimulante para nuestros sentidos y algo que nos lleva a experimentar sensaciones y movimiento químico (razón por la que siempre enfoco los blogs de producción en el movimiento), y lo que hace todo esto posible es el cuerpo, así que vale la pena escucharlo a profundidad.
Yo soy guitarrista de sesión, y hay semanas en las que toco 5 horas diarias en promedio, pero hace algunos años, estas interminables horas empezaban a traducirse en dolor; sentía que mis manos no respondían igual, que mis dedos tenían retraso cuando quería tocar algo, y no me importaba, pues pensaba que era normal y que ese cansancio no merecía mi atención, hasta que me encontré en un punto en el que dejé de tocar por 1 mes debido al dolor.
Estar atento a las señales que da nuestro cuerpo es de suma importancia, y hay que evitar cruzar los límites de lo que podemos hacer. A veces es necesario parar y tomar un descanso; tu mente lo agradecerá.
Una estrategia que he incorporado es realizar una rutina de calentamiento de 30 minutos antes de empezar a tocar. Trato de masajear mis dedos y realizar ejercicios que preparen mi mente y cuerpo para trabajar en equipo. Al implementar esta rutina, comprendí que no vale la pena lanzarse a tocar sin estar antes preparado, y que al enfocar la práctica en desarrollar estrategias de productividad, el trabajo se hace más rápido.
Te recomiendo que prepares rutinas de calentamiento; si va a ser un día de sesiones, trata de descansar de tu instrumento antes de empezar, entrena mentalmente lo que puedes hacer en la sesión (piensa en frases que podrías realizar, acordes y motivos), pero deja que el aspecto físico repose.
Muchas veces el bloqueo mental es un aspecto físico. Vivimos sumergidos en la música y por lo tanto, nuestro cuerpo se fatiga y nuestro sistema neurológico prioriza energía y recursos a la homeostasis y no al aspecto creativo, lo que se convierte en frustración inmediata y en fallas enormes al trabajar o crear.
No podemos dejarnos caer en el bloqueo mental, pues entre más bloqueo más retrasos, más trabajo acumulado y menos tiempo para descansar. Algo que recomiendo plenamente es cambiar nuestro Modus Operandi, y tratar de proporcionar nuevos estímulos musicales a nuestro cuerpo es algo que puede ayudarnos a ser productivos.
Algunas veces al producir, recurro primero a una guitarra, otras veces a un piano, otras a llamar a un amigo para platicar y preguntarle por música nueva, otras veces ensayo previamente con las bandas, y otras empiezo con un loop. Esta forma de cambiar y adaptar nuestros procesos creativos logra hacer que nuestro cuerpo sienta movimiento, y que el proceso homeostático venga acompañado de satisfacción cuando las cosas nos salen bien, lo que es esencial (y que me tomó años aprender).
Somos creativos, somos artistas, pero no somos súper humanos, así que trata de mantener una sana armonía entre tu salud y la música. Algunos blogs como www.bulletproofmusician.com son herramientas útiles para aprender un poco más de biología del cuerpo y su relación con la música.