Seas un productor experimentado o no, la era del beatmaking ha tocado todas las puertas de la producción en computador; es una habilidad necesaria (más no indispensable) para abarcar más mercado dentro de esta aclamada industria de la música. El beatmaking, puede definirse como el conjunto de habilidades rítmicas y melódicas para crear “pistas” de fondo, todas estas hechas por la misma persona y bajo un estándar de programación; lo cual, desde esta perspectiva quizá pueda verse como uno de los trabajos más solitarios dentro del mundo de la música.
En este blog comenzaremos por hablar de algunos DAWs, para posteriormente pasar a aspectos creativos e interesantes que encontramos en la producción de beats hoy en día, junto con algunos términos que podrán parecerte nuevos.
Hablemos de DAWs (FL Studio)
Como ya se ha mencionado en anteriores blogs, las DAWs son las estaciones de trabajo digital sobre las cuales hacemos música (Pro Tools, Logic Pro, Ableton Live, Reaper, entre otras). Son la materia prima esencial para empezar en el arte del beatmaking. Después de una larga búsqueda de tips de producción en diferentes plataformas de streaming, noté que la mayoría de creadores de beats tienden a utilizar FL Studio, algo que me causó mucha intriga, pero posterior a descargar la versión de prueba, entendí por qué era el número 1.
FL Studio te permite trabajar con “patrones”, estos son loops que tú puedes crear con una duración de hasta 4 compases. Su magia recae en la facilidad con la que la plataforma te deja secuenciar; con un par de clics y desplazamientos del ratón, puedes crear un patrón a un cuarto de tiempo del que te tardarías con otros softwares.
Las herramientas de edición de este DAW son muy intuitivas, con una buena cantidad de plugins nativos que te permiten crear efectos que escuchas en la música hecha a base de beats: R&B, Trap, Hip-Hop, Reggaeton, entre otros. Para los más expertos en el tema, es posible utilizar sidechain con tan solo un par de clics, así como disminuir la velocidad de un track a la mitad o incluso a un cuarto, con la posibilidad de mezclar ambas señales y obtener texturas interesantes. También existen canales de automatización que facilitan programar cambios dinámicos alrededor del proyecto que se está trabajando.
Secreto 1. Splice
Splice, es una plataforma revolucionaria en el ámbito del beatmaking, y dentro de ella es posible encontrar una cantidad inmensurable de plugins, samples, archivos MIDI, y más. En su servidor aloja paquetes de samples creados por los productores más reconocidos hoy en día como Malay, DJ Lujan, Tainy, Andrés Torres y Mauricio Rengifo, entre otros. Cada uno de estos samples han sido cuidadosamente tratados y pueden presentar una fuente de inspiración al momento de iniciar una composición.
Una de las mejores maneras de utilizar samples de Splice, definitivamente es alternándolos al gusto, pues cada beat es una especie diferente, cada uno con sus necesidades; algunos te piden ciertos sonidos, otros ciertas texturas y layers. Y lo más importante, los beats no son un copiar y pegar de muchas cosas que recopilamos (cosas que fueron pensadas por alguien más).
Si quieres conocer más al respecto, puedes leer mi blog sobre maneras de alterar samples, como un punto de referencia.
Secreto 2. Ear Candy
No es un secreto que el Ear Candy ha venido utilizándose desde la música instrumental (como podrían ser líneas de guitarra que aparecen una vez con una duración de 5 segundos en una canción de Hard Rock), este recurso consiste en dar movimiento a la canción con elementos que posiblemente solo aparezcan una vez en la canción, le dan entretenimiento al oído y hacen que el escucha sienta que el beat es un organismo vivo.
Una forma muy común de crear Ear Candy hoy en día, es con el uso de Vocal Chops (sí, esas voces de estilo Looney Toons que has escuchado en el pop contemporáneo), así como los sonidos con ruido blanco, las reversas y las reverberaciones enormes que parece que te mueven de atrás hacia adelante muy rápido. Experimenta con samples, automatiza parámetros de reverb, inserta ruido de vinil de fondo, coloca cosas en reversa y mueve las cosas de derecha a izquierda, esto será una manera de mantener tu beat más dinámico y contemporáneo.
Secreto 3. Filtrar y filtrar
No me extrañaría si alguien me dijera que el 95% de los beats que consumimos tienen una densa cantidad de filtros. Para darte un ejemplo de estos sonidos, imagina cómo suena la música debajo del agua; ahora imagina una canción de Trap, y siente como a veces parece que los elementos están debajo del agua y salen poco a poco.
Es muy común utilizar esta estrategia para algunos versos, debido a que permiten sentir todo el aspecto instrumental presente mientras liberan espacio para un elemento melódico protagonista (voz o instrumento melódico). Esto, además de ser estéticamente moderno, es muy útil al momento de mezclar, debido a que podrás limpiar frecuencias que puedan afectar el producto final, ya que muchas veces los problemas se presentan por el exceso de bajos y agudos.
Un tip muy útil si quieres adentrarte en esta técnica, es mandar las pistas a filtrar a un canal auxiliar, este con un filtro de EQ con filtros pasa alto y pasa bajo (al gusto), para después automatizar la banda de ecualización o incluso encender o apagar el plugin, a manera de crear una clara diferenciación entre las secciones de tu beat.
Secreto 4. Alteraciones del tiempo
¿Has notado alguna canción en la cual la voz cambia de repente, dando la sensación que va en cámara lenta y baja su tono (creando una voz similar a la de un monstruo)? Si tu respuesta es sí, estás viviendo el más vivo ejemplo de las alteraciones de tiempo. Esto consiste en disminuir o aumentar la velocidad de reproducción del audio, algo que se puede hacer manualmente con un editor de tiempo (Audio Flex, Elastic Audio, Melodyne, etc). Existen plugins que hacen este truco de manera rápida y simple como Halftime de Cableguys, que tiene un precio de $12 USD. Puedes combinar tu pista original con la alterada, y muchas veces notarás que ganas una vasta cantidad de graves cuando disminuye el tiempo.
Este secreto es sumamente útil para sintetizadores, voces y loops de percusión, porque dan la impresión de que están siendo manipulados manualmente y traen de vuelta esas texturas que se obtienen del DJing.
Secreto 5. Sidechain
De forma resumida, el Sidechain es alterar una señal de audio con base en una fuente de referencia, creando un efecto de ducking (¿recuerdas ese momento en la radio cuando la música baja de volumen por la voz del locutor? Esto es ducking). El sidechain, ha sido sobreexplotado para la música electrónica donde el bombo suena y después los sintetizadores (a esto le llaman coloquialmente “pumping”), pero hay muchas otras aplicaciones: utilizarlo para regular el delay de una fuente de audio, controlar frecuencias que pueden chocar entre dos fuentes sonoras y hacer resaltar algún elemento melódico importante.
Un plugin muy útil para experimentar con el sidechain de manera rápida es Kickstart de Nikki Romero, este plugin desarrollado en colaboración con Cableguys, te permite explorar diferentes tipos de onda de bombo para tu sidechain, puedes programar el tiempo en el que estas aparecen así como programarlo tu mismo a través de un MIDI Trigger. Este tipo de sonidos abrirán tu panorama del espacio y notarás instantáneamente que tu beat suena moderno.
Esta lista abarca una pequeña porción de las muchas posibilidades a obtener, por lo que es necesario que te tomes tu tiempo y tengas paciencia; puede ser mucha información y necesita ser asimilada con calma. Herramientas extras que podrían resultarte interesantes, pueden ser los plugins de Soundtoys (Si eres alumno de Rec, puedes acceder a gran parte de estos bundles a mitad de precio, por ser un estudiante matriculado), así que espero que cada uno de estos consejos lleven tus técnicas de producción a nuevos horizontes.
Por Abraham Hernández Orellana
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