¿Has sentido que tu respiración y latidos se aceleran, sudoración en exceso o se te ha olvidado la letra de la canción cuando te subes al escenario? Si respondiste que sí, es probable que sufras pánico escénico y debes saber que sufrirlo es más común de lo que imaginas. Según el National Institute of Mental Health, 74% de las personas lo padecen.
El pánico escénico ocurre cuando nos enfocamos sólo en pensamientos negativos por el miedo a fracasar, hacer el ridículo o ser rechazados al no llenar las expectativas del público.
No te presiones o desilusiones tan rápido, artistas como Adele, Robbie Williams, Brian Wilson, Ozzy Osbourne, Barbara Streisand y Lana del Rey siguen sintiendo pánico al pararse en un escenario, por lo que continúan trabajando para reducir la ansiedad previa a una presentación.
En REC reconocemos la importancia de fomentar el bienestar para lograr tus metas y vencer los obstáculos. Por eso, te compartimos algunos tips que te ayudarán reducir estas inseguridades y a manejar el pánico escénico:
No niegues tus nervios: Si evitas identificar, aceptar y gestionar los síntomas que envía tu cuerpo sobre los ataques de pánico, lo que en realidad estás haciendo es darle más importancia.
Vive en el presente: Deja de pensar en lo que sucedió en el pasado o podría suceder en el futuro. No pierdas el tiempo tratando de controlar cosas o hechos que no existen o que ya sucedieron, aprende a estar en el aquí y en el ahora.
Define tu rol: Si eres parte de una banda, la interacción con el público será distinta si eres el bajista a si eres el cantante. Puedes apoyarte o aprender a interactuar con tus compañeros.
Ensaya: Entre más domines las canciones y la estructura del concierto, más seguro y con mayor confianza te sentirás.
Transfórmate: Crear un personaje y transformarte en alguien más podría ayudarte a realizar ademanes o movimientos que te ayuden a ser diferente en el escenario.
Grábate: Verte y escucharte te ayudará a analizar todo lo que te gusta o no te gusta de tus movimientos y reacciones, además es una forma de acostumbrarte a verte en el escenario.
Ejercítate: Realizar alguna actividad física por 30 minutos te permitirá segregar endorfinas y relajar tu cuerpo antes de tu presentación.
Minimiza fallas: Llega con tiempo suficiente el día de la presentación para checar todos los detalles técnicos y evitar imprevistos o angustias innecesarias.
Date un break: Toma una pausa para respirar antes de un concierto. Un breve receso te ayudará a observar las sensaciones de tu cuerpo y a tranquilizar la mente.
Diviértete y disfruta: No niegues tus errores, admítelos en público y ríete de ellos, la risa es la mejor terapia contra el estrés. Recuerda que todos nos equivocamos, disfruta de lo que está sucediendo en el escenario. Generalmente la ansiedad por el pánico escénico sólo dura un par de minutos.
Fija un punto: Si te da pena mirar a los ojos, puedes buscar un punto en alguna pared del fondo para que parezca que estás viendo al público. Además, es posible que las luces te deslumbren y no podrás ver a detalle lo que pasa fuera del escenario.
Probablemente el pánico escénico nunca desaparezca por completo, pero no te desanimes, aún así debes seguir afrontándolo y reduciéndolo mediante la práctica de tu propio ritual previo a un concierto, es cuestión de paciencia y constancia. De hecho, el ponerte nervioso antes de subir a un escenario puede ser una buena señal, ya que significa que la emoción sigue viva y que no te encuentras en una zona de confort. Por lo tanto, el miedo al fracaso te ayudará a esforzarte más y a sacar lo mejor de ti. Incluso muchos artistas dicen que cuando ya no sientan ese nerviosismo antes de subirse al escenario es momento de dejar de tocar.
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